Estructurado en dos temas principales e indivisibles, SONATA PARA LOS SUEÑOS constituye una analogía en términos musicales del amor. A la manera de canción, los temas A y B, cada uno de 32 compases, son notoriamente cantabiles y expresivos. Alrededor de estos temas, tanto en la introducción como en el extenso interludio y en la coda, elementos de A y B generan nuevo material musical y de forma. Escrita sobre base de bambuco, la obra se distancia de los caracteres tradicionales de este género colombiano para dialogar con referentes sinfónicos y contemporáneos. Sin embargo, permite de alguna manera contextualizar la escena de esta narración íntima, la de una SONATA PARA LOS SUEÑOS.