Con elementos de la chalupa, uno de los ritmos representativos de los bailes cantados del Caribe colombiano, esta obra incluye rasgos rítmicos y orquestales ligados a diversas prácticas populares del Caribe, tales como la música vallenata y la salsa. El aliento y sabor especial que surgen de la interacción entre estos elementos heterogéneos, dialogan con la idea mágica del Macondo de García Márquez.